Zeljko Oreski, controlar aéreo croata y vicepresidente ejecutivo para Europa de la federación profesional IFATCA, alertó en la conferencia anual de esta organización en Gran Canaria de la tentación de apostar por una política de abaratamiento de costes que conlleve generar controladores de bajo coste y en el menor plazo de tiempo posible, recortando el número de horas de entrenamiento y sin posibilidades de adiestrarse en situaciones complejas a las que tendrán que enfrentarse en la vida real. Expresó la misma preocupación respecto al comportamiento de las aerolíneas y consideró necesario apelar a la Comisión Europea y a Eurocontrol para vigilar prácticas peligrosas a través de la Agencia Europea para la Seguridad Aérea (EASA, en sus siglas en inglés). Oreski cree que un camino generalizado de abaratamiento de costes, tanto por parte de las compañías como por parte de los operadores de los sistemas aeroportuarios, incidirá negativamente en la seguridad (VÍDEO 1 con declaraciones íntegras en inglés).
“En aviación, la seguridad debe ser lo primero, pero el cielo único europeo está diseñado para reducir costes, no para proteger la seguridad”, proclamó Oreski. En Europa y su propósito de caminar hacia el cielo único, se está tomando como referencia el sistema norteamericano, sin tener en cuenta que las situaciones son incomparables por la fragmentación del espacio aéreo europeo y las diferencias normativas entre los estados miembros, en contraste con Estados Unidos, que es “un solo país, con una sola regla”. El controlador croata no duda que el cielo único europeo y la creación de 9 bloques de gestión del espacio aéreo será bueno para el medioambiente si se logra la pretensión de reducir las emisiones. Sin embargo, no se mostró tan convencido de que sea bueno para la seguridad, a su juicio la gran olvidada en el diseño del cielo único (VÍDEO 2).
El vicepresidente de IFATCA en Europa también se mostró muy preocupado por la situación que se vive en Ucrania respecto al control del espacio aéreo. Relató que en Crimea, cuando se produjo el referéndum de autodeterminación, los militares pro rusos llegaron “en la noche al aeropuerto, sacaron a los controladores y se pusieron a operar. Están usando frecuencias de emergencia para llamar a las aeronaves y pasarlos a la frecuencia rusa. En la práctica, esto significa que un mismo espacio aéreo puede estar controlado por dos centros diferentes y con dos frecuencias distintas. Por esta causa, las grandes aerolíneas han considerado que no es seguro sobrevolar sobre esa zona y ninguna de las grandes lo está haciendo. Se dan rodeos haciendo las rutas más largas, lo que ha provocado una caída del 70%” en los ingresos de Ucrania por ingresos relacionados con la aviación. En su opinión, todo esto puede acabar grandes pérdidas de empleo en el sector en Ucrania.