Vuelo MS804: un avión de Egyptair cae de los radares cuando volaba de París a El Cairo

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“El avión se ha perdido” y es “nuestro deber encontrar los restos y averiguar la verdad sobre lo que ha ocurrido”, dice el presidente Hollande, que no descarta ni un accidente ni un acto terrorista

 

Francia y Egipto mantienen abiertas todas las hipótesis, lo que incluye una caída por fallo técnico o por un sabotaje terrorista

Grecia sostiene que la aeronave descendió 7.000 metros de golpe y realizó dos giros muy bruscos antes de desaparecer de los radares a 280 kilómetros de la costa egipcia

 

Día sombrío este jueves en la aviación: un avión Airbus 320 de la aerolínea egipcia Egyptair ha desaparecido esta madrugada con 66 personas a bordo cuando volaba de París a El Cairo. El avión se esfumó de los radares solo dos minutos después de salir del espacio aéreo de Grecia y entrar en el espacio controlado por Egipto. Los indicios apuntan que la aeronave se desplomó sobre el mar a 280 kilómetros de la costa de Egipto, pero nadie confirma por ahora ninguna teoría. El presidente de Francia, Francois Hollande, sí dio por hecho que la aeronave “se ha perdido”, que se ha producido “una catástrofe” y que es preciso encontrar sus restos para averiguar “la verdad sobre lo que ha ocurrido”, dado que por el momento no es posible descartar ni un fallo técnico ni tampoco un acto terrorista. Egipto se ha mostrado mucho más reacio a ofrecer ningún dato, sostiene que mientras no aparezcan restos el avión seguirá oficialmente “desaparecido” y tampoco descarta ninguna hipótesis, incluyendo la de un acto terrorista. Solo Grecia ha aportado datos: su ministerio de Defensa asegura que el avión descendió repentinamente desde 37.000 a 15.000 pies de altura y realizó virajes muy bruscos antes de desaparecer de los radares.

El avión partió antes de la medianoche del aeropuerto Charles de Gaulle de París y tenía previsto llegar sobre las 03:15 hora local a su destino en El Cairo, pero desapareció súbitamente de los radares cuando volaba sobre el Mediterráneo, nada más salir del espacio aéreo de Grecia. Egipto sitúa el momento de la desaparición en torno a las dos y media de la madrugada, hora local y señala que, hasta ese momento, el avión no había tenido ningún problema de naturaleza técnica. “Pero buscamos datos, no teorías”, dijo este jueves a través de su ministro de Transportes el Gobierno egipcio, que mantiene abiertas todas las hipótesis, pero no habla abiertamente ni de caída accidental del avión, ni tampoco de un sabotaje terrorista. De hecho, ni siquiera reconoce oficialmente que el avión se haya estrellado.

Grecia sí aportó hoy datos que hacen temer lo peor: un abrupto y repentino descenso de siete mil metros de altura y dos giros muy bruscos del avión antes de desvanecerse de los radares. El Gobierno heleno explicó que ha pedido asistencia para obtener toda la información posible mediante el uso de satélites, pero que todavía no ha obtenido resultados concluyentes sobre el paradero final del avión siniestrado y la suerte de las 66 personas que llevaba a bordo, 56 de los cuales eran pasajeros, incluyendo un niño y dos bebés. El avión llevaba una tripulación de 7 personas y tres agentes específicamente destinados a velar por la seguridad de la aeronave.

La aerolínea ha dispuesto un centro de emergencias y otro de atención a los familiares en El Cairo y pide a los medios que eviten especulaciones sobre la causa de la desaparición del avión. El vuelo MS804 llevaba entre los pasajeros a 30 egipcios, 15 franceses, un británico, un belga, dos iraquíes, un kuwaití, un saudí, un sudanés, un chadiano, un portugués, un argelino y un canadiense. El avión desaparecido comenzó a volar en 2003 y su piloto acumulaba más de 6.200 horas de vuelo, un tercio de las cuales pilotando específicamente el modelo Airbus 320. Por su parte, el copiloto tiene un registro de casi 2.800 horas de vuelo, según datos de la propia aerolínea.

Con gran solemnidad, Hollande explicó este jueves en su primera comparecencia tras la desaparición que la prioridad absoluta es la asistencia a las familias de las personas que estaban a bordo del MS804, pero también averiguar “la verdad”. “Tenemos el deber de saber qué ha ocurrido” y de “encontrar los restos” del aparato para poder determinar qué sucedió, enfatizó el presidente de Francia, que se ha puesto a disposición de las autoridades egipcias y griegas para realizar la búsqueda en la zona donde se produjo la desaparición. Hollande admitió expresamente que están abiertas todas las hipótesis, desde la caída por un fallo técnico a la existencia de un sabotaje terrorista.

Esta segunda opción abriría interrogantes muy inquietantes, dado el punto de partida del avión, el aeropuerto Charles de Gaulle, uno de los hub de conexión más importantes del mundo. Un periodista preguntó airadamente este jueves al ministro de transportes de Egipto si tenía algo que decir acerca de los sistemas de seguridad y protección de aeronaves antes de su despegue en el aeropuerto parisino. Pero el ministro solo contestó con evasivas.

(Fotografía: avión de Egyptair en la cuenta corporativa de la aerolínea en Twitter, sin relación directa con la desaparición)

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