En un entorno espectacular, y a más de 2.300 metros de altitud, la ciencia fue la estrella este fin de semana en el Parque Nacional del Teide, donde niños y mayores ávidos de conocimiento disfrutaron con las jornadas de puertas abiertas del observatorio astronómico
Rosa Cárdenes ( @rosacardenesd )
Por qué el Sol que se contempla en un telescopio es el Sol de hace 8 minutos, por qué vibra la torre de un telescopio cada 10 segundos, o cuán fácil resulta mover un instrumento de 40 toneladas de peso, son algunas de las muchísimas cuestiones que explicaron los científicos durante las jornadas de puertas abiertas en el Observatorio del Teide a un público ávido de conocimiento. Coincidiendo con la entrada del verano, el viernes y sábado más de dos mil personas, en su mayoría residentes pero también turistas, se acercaron a estas instalaciones, situadas en el Parque Nacional del Teide, en Tenerife, atraídos por la astronomía y por su interés en conocer la actividad que allí se desarrolla.
Durante dos días, Izaña recibió la visita de, aproximadamente, 2.500 personas, según Miquel Serra Ricart, administrador del Observatorio, en unas jornadas que organiza cada año el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). La multitud de personas desbordó las previsiones de los organizadores, superando en esta ocasión la cifra de visitantes de ediciones anteriores.
El sábado fue el mayor día de afluencia de visitantes en Izaña, en el Parque Nacional del Teide, y ante la avalancha de gente se optó por abrir más instalaciones de las previstas inicialmente. A la llegada, y a pesar del tránsito de multitud de vehículos, personal de mantenimiento, coordinados por el propio director del Observatorio, al que se le vio dando instrucciones a los conductores a pie carretera, hicieron más fácil el aparcamiento.
Una vez dentro, comenzaba el periplo de los visitantes, con algunas prisas al comprobar que se habían agotado las entradas para acceder a alguno de los telescopios. A través de visitas guiadas, el público, en el que había muchos niños y jóvenes, pudo acceder al Telescopio Solar Themis, el Telescopio Carlos Sánchez, el Laboratorio Solar, y la Estación Óptica Terrestre (OGS), entre otros, superando en algunos casos las tres de la tarde como hora prevista de cierre.
A las cuatro de la tarde todavía había gente escuchando a Pere Pallé, en el Laboratorio Solar (la pirámide), que hablaba sobre cómo los científicos analizan el Sol, y explicaba que su gran distancia con respecto a la Tierra es el motivo por el que las imágenes que podía ver el público en ese momento, a través de la instrumentación del laboratorio, correspondían al Sol de 8 minutos atrás.
Atractiva también fue la visita guiada en el telescopio Themis a cargo de los investigadores Bernard Gelly y Arturo López. Los participantes subieron varias plantas para ver este instrumento solar y disfrutar de la amena charla de López, que pudo comprobar la curiosidad de algunos menores por la astronomía, a través de sus preguntas. El científico habló sobre la necesidad de evitar que el calor llegue a los telescopios, motivo por el que las instalaciones de Izaña son blancas y de que el instrumento se sitúe sobre torres a gran altura.
Explicó también lo “fácil” que es mover un telescopio de 40 toneladas de peso, que se desplaza sobre una capa de aceite, y de lo sensible que es este instrumento que se apoya en dos torres. “La torre interior vibra cada 10 segundos por el efecto de las olas sobre la isla de Tenerife”, dijo.
Uno de los lugares más frecuentados el sábado era la plataforma solar de Secat (Sociedad para el Estudio y el Conocimiento de la Astronomía de Tenerife), complementaria a la visita del resto de las instalaciones, y donde mayores y niños vieron en directo, y con las medidas de seguridad necesarias, el Sol en tiempo real.
Tras ocho colaborando con el IAC en las jornadas de puertas abiertas, el presidente de la Secat, David Hernández, coincidía con el administrador del Observatorio, en que este año la afluencia de visitantes en la jornada de puertas abiertas ha sido mucho mayor con respecto a años anteriores.
Secat participó con un total de ocho astrónomos aficionados y varios de sus instrumentos, algunos cedidos por el IAC, y uno más de la empresa Alpha Cygni. En dos los telescopios, “más específicos y especialmente diseñados para la observación del Sol en la línea espectral del Hidrógeno alfa, los visitantes pudieron apreciar detalles de una capa superior a la anterior del Sol, que es la cromosfera, y detalles como las protuberancias y manchas solares, y la granulación general del Sol”, indicó Hernández
Muchas fueron las preguntas planteadas por el público durante su visita, algunas referidas al instrumento que contemplaban en ese momento; otras tenían que ver con la posibilidad de visitar el Observatorio en más ocasiones. Hay quien preguntó por qué no se abren estas instalaciones al público más veces al año, o si se existe la posibilidad de visitar el Observatorio de la isla de La Palma. Los investigadores y el personal que se ocupaba de atender al público indicaban que se pueden realizar visitas concertadas en grupo a Izaña, a la vez que informaban de la página web del Instituto de Astrofísica de Canarias, http://www.iac.es/ donde los interesados pueden encontrar respuesta a este tipo de preguntas.
Este obervatorio astronómico se encuentra en el Parque Nacional del Teide, Patrimonio de la Humanidad, y cada vez más frecuentado por residentes y turistas amantes de la astronomía por su calidad del cielo nocturno y el acceso a la luz de las estrellas. En ese espectacular entorno, el pasado fin de semana la estrella fue sin duda la ciencia.
