El ministro de Transportes, Mohamed Boulif, explica que el Reino alauí aspira a mover 50 millones de pasajeros a través del hub aeroportuario de Casablanca en 2030
“Marruecos es un destino turístico estable que exporta imagen de moderación en su política religiosa” entre sus vecinos africanos y no tiene riesgos de seguridad asociados al integrismo islámico, señaló hoy el ministro marroquí de Transportes, Mohamed Najib Boulif en la jornada de clausura del I Foro Atlántico de Conectividad y Turismo. Pese a todo, Boulif admitió que a partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001 el terrorismo internacional se ha convertido en una amenaza latente para el sector turístico y que, para distinguirse de otros destinos turísticos inestables como consecuencia del integrismo islámico, Marruecos ha tenido que emprender una ofensiva comercial ante los touroperadores para reforzar su imagen como destino seguro.
El ministro Boulif encabezó en el I Foro Atlántico la que se reveló sin duda, junto a la senegalesa, como una de las delegaciones más potentes y ambiciosas en el diseño de sus retos turísticos para el futuro. De las expectativas marroquíes, que dejaron amplio rastro en el foro de una poderosa política de inversiones públicas en desarrollo de infraestructuras portuarias y aeroportuarias, no dejó ningún género de dudas Mohamed Boulif, en especial en lo relativo al deseo de Marruecos de reforzar un hub (núcleo de conexiones aéreas) en la ciudad de Casablanca que dé impulso y se realimente de su energía como centro financiero. Marruecos aspira a mover 50 millones de pasajeros a través del hub de Casablanca en 2030, más del doble de los 20 millones de viajeros que maneja en la actualidad.
Marruecos vértebra una doble estrategia turística y aeroportuaria con la vista puesta, respectivamente, en los años 2020 y 2030. Dos estrategias que ha explicado profusamente en el I Foro Atlántico de Conectividad y que de alguna manera Boulif ligó a Canarias cuando se mostró ante el cónclave convencido de que su país puede articular productos turísticos combinados con Canarias, en lo que definió certeramente con una sola frase: hacer que el turista pueda visitar dos países en una sola semana.
El titular marroquí de Transportes tampoco esquivó una pregunta sobre otra de las grandes preocupaciones expresadas en el foro, particularmente por la delegación de Senegal: el riesgo de que un acelerado crecimiento de las aerolíneas, especialmente en el nivel de las compañías de bajo coste, degenere en una supervisión poco rigurosa de la seguridad.
Al respecto, Boulif resaltó que, como miembro de la IATA, Marruecos lleva a cabo una minuciosa política de cuidado de la seguridad que le lleva de forma ordinaria a superar inspecciones de países como Estados Unidos o Canadá. El ministro hizo hincapié en que la pericia y el adiestramiento de los inspectores de seguridad aérea marroquíes es tan elevada que ya auditan instalaciones y aerolíneas de otros países.
Como ejemplo de la fiabilidad, Boulif citó el premio a la mejor aerolínea de África que ha cosechado este año la compañía Royal Air Maroc y el convenio que justamente este viernes firmó la oficina nacional de aeorpuertos de Marruecos con el aeropuerto norteamericano de Dallas.
(Interpretación consecutiva en el vídeo: Jorge Soriano)