Profesor de contaminación marina de la Ulpgc, este experto afirma que el fuel dejará sin vida todo aquello que toque
“La voluntad de la gente es superior a la organización del gobierno pero no se debe de recoger piche sin estar equipado”
Rosa Cárdenes (@rosacardenesd)
Jesús Cisneros, profesor de contaminación marina del Departamento de Física de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Ulpgc), asegura que la ciencia tenía una gran oportunidad de investigar a fondo un vertido al mar pero no ha sido posible, indica, por la “desastrosa” gestión del gobierno en la crisis que causó el hundimiento del Oleg Naydenov a 15 millas de las costas canarias con 1.400 toneladas de fuel en sus tanques. Cisneros, que tuvo la oportunidad de tomar muestras de los hidrocarburos, gracias a una de las salidas a mar abierto de Greenpeace, dice que este tipo de estudios permitiría a los científicos conocer determinados aspectos del comportamiento de la mancha de fuel y cruciales en el caso de sucesos similares en el futuro.
Señala que las muestras tomadas la semana pasada por personal de la Facultad de Ciencias del Mar de la Ulpgc, “las únicas que se han tomado con un criterio científico”, no se han podido analizar aún. “No tenemos apoyo de ningún tipo y el laboratorio de química estudia qué recursos le puede dedicar a ello”.
Explica que tomar muestras y ver exactamente cuáles son sus resultados ayuda a los investigadores a calibrar los modelos numéricos, “y ante un suceso similar se puede prever cómo va a ser la descomposición del fuel, cuánto va a subir a la superficie y es dominado por los vientos, y qué porcentaje se queda atrapado en las corrientes, en fin, muchos datos importantes”. Solo con que una persona del departamento o un estudiante hubiera ido en cada uno de los barcos de Salvamento Marítimo, señala, “se podría haber hecho un gran avance en estos temas a nivel internacional, porque no hay muchas oportunidades de tener un barco a 2.700 metros de profundidad vertiendo fuel, que suba a superficie y seguir la mancha”.
Sobre los efectos del vertido, el investigador de la Ulpgc apunta que “el fuel va a ir progresando y va a matar todo lo que toque, tortugas y aves. Incluso delfines si sus cuerpos resultan bastante impregnados”. En cuanto a los efectos indirectos apunta que los contaminantes “van a pasar al agua, los peces que se acerquen o se encuentren alrededor también van a morir, y los organismos que no mueran van a ser ingeridos por otros organismos superiores”. En suma, “el contaminante va a pasar de un organismo a otro y entrará en la cadena trófica hasta llegar a los peces que nos comamos en el futuro”. A este respecto subraya el efecto durante años de un vertido e indica que cuatro años después de lo ocurrido en el Golfo de Méjico, “los peces tienen cada vez más toxinas en sus tejidos”.
Por otra parte, Cisneros afirma que la recogida del piche que ha llegado a algunas playas del sur de Gran Canaria “debe de hacerla gente preparada porque hay personas que se están exponiendo a contaminación de manera gratuita”. Una vez ha llegado el piche a las playas, dice, “el daño está ya hecho y es preferible esperar hasta que deje de oler porque son productos cancerígenos. Entiendo que la voluntad de la gente es superior a la organización del gobierno, pero yo les recomiendo que se alejen de esas playas hasta que llegue alguien equipado”.
(Fotografía de Greenpeace del día que se tomaron muestras del fuel)