Delegados humildes, técnicas arrolladoras de marketing. La presencia norteamericana en la conferencia anual IFATCA 2014, que reúne hasta el 9 de mayo a medio millar de controladores aéreos de todo el mundo en Gran Canaria, no ha pasado desapercibida. Y no porque sus delegados y acompañantes hayan hecho ejercicio alguno de visibilidad forzada, sino por la paciente contundencia con que explican a todo el que quiere escucharles cómo han sufrido los embates de campañas políticas orientadas a desacreditarles ante la opinión pública y cómo han combatido esa erosión de imagen. La estrategia incluye de todo: desde la creación de un lobby para influir sobre los congresistas norteamericanos, hasta desarrollar campañas específicas de publicidad, cuñas de radio incluidas, o invertir en patrocinio deportivo. En el congreso de IFATCA 2014, la presencia del marketing de los controladores aéreos norteamericanos también se hizo amablemente visible, tan sutil como original en su concepto: bolsas de unos 3 kilogramos de peso de pastillas de chocolate con el anagrama de NATCA (la asociación nacional de controladores aéreos de EEUU, en sus siglas en inglés) y los colores de la bandera de Estados Unidos estratégicamente situadas en las áreas de servicios del congreso. Junto a las bolsas gigantes, pastilleros con tapa transparente que no ocultaran ni el logo, ni los colores de la bandera. Made in USA en estado puro.
