“Ineficiencia de las administraciones y la voracidad de las aseguradoras” son problemas comúnes de las víctimas de accidentes aéreos
“Las muertes de las víctimas no mejoran la seguridad aérea”. La contundente frase la expresó Pilar Vera Palmés, presidenta de la Asociación de Afectados del Vuelo Jk50022, durante su comparecencia en la conferencia sobre seguridad operacional, y ante 800 delegados, de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), en Montreal. Vera participó en este foro mundial de la aviación como presidenta provisional del Grupo de Víctimas y Familias de Accidentes Aéreos de OACI.
En su intervención, Pilar Vera se refirió a las circunstancias comunes a víctimas, los avances que se han logrado en la asistencia a las víctimas y las propuestas de futuro. Las etapas que siguen a un desastre aéreo, afirmó, “son similares porque cuando deja de ser noticia en el país en que ocurre, llega la soledad para las víctimas en un camino que parece no tener fin”, con la apertura de la investigación oficial, la judicial, “y dependiendo cómo se cierren, se abrirá otra fase de desequilibrio frente a las compañías Aéreas y sus aseguradoras, a los fabricantes, a sus propios gobiernos, etc”.
Todo ello, según Vera, “no contribuye a una aviación comercial más segura” pues “los informes de investigaciones oficiales mantienen frecuentemente una difícil relación con las investigaciones judiciales, los objetivos de ambas difieren: la judicial no tiene cualificación profesional para entender las causas técnicas, solo las conductas negligentes o delictivas, y la oficial no señala responsabilidades porque no tiene cualificación jurídica”. La consecuencia, aseveró, “es que la cadena de errores sigue latente y las muertes y sufrimiento de las víctimas no mejoran, como debería, la seguridad aérea”.
Vera dijo que los problemas comunes de las víctimas son similares en cualquier país del mundo y los resumió en: ineficiencia de las administraciones, indolencia de algunas compañías aéreas, indiferencia de la industria y la voracidad de las aseguradoras. Recordó que el 20 de Agosto de 2008, un MD-82 de la compañía aérea Spanair se estrelló en la Pista 36-L del Aeropuerto de Madrid-Barajas: fallecieron 154 personas y 18 quedaron con secuelas de por vida. Dos meses más tarde nació la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022. El informe oficial determinó que los pilotos fallecidos fueron los culpables y la investigación penal se archivó sin juicio. Seis años después, comentó, Spanair no existe y las familias se encuentran litigando judicialmente con la
Sobre los avances de los últimos años apuntó que, en 2013, la OACI aprobó el documento referido a la Política de Asistencia a Víctimas de Accidentes y sus familiares, con participación de un buen número de Estados y del Grupo de Victimas. Señaló que el Reglamento Europeo de 2010 obliga a sus países a tener un Plan de Asistencia a Víctimas y que España fue de los primeros Estados en legislarlo con un real decreto que incluye un Plan de Coordinación de los Recursos de Protección Civil donde se expresa el agradecimiento a la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 por su participación en su elaboración. Además, en 2012, se creó por cinco países europeos la Red Europea de Víctimas SOS Catástrofes.
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“Pero la realidad supera a la norma”, afirmó Vera, “pues el año 2014, trágico para la aviación comercial en el mundo, en referencia al avión derribado en Ucrania, la nave desaparecida en Malasia y el accidente del avión de Air Asia, “ha hecho que vuelvan a surgir lagunas en el tratamiento a las víctimas”. Apuntó que es difícil de entender “que algunos países dediquen ingentes cantidades de dinero a la búsqueda de rastros de accidentes sin prestar igual atención a las familias de sus víctimas”. España, tras sufrir su tragedia aérea más grave de los últimos 36 años, dijo, “reacciono y ha hecho lo que no tenía en ese momento: exigir a las compañías aéreas españolas un plan de asistencia a víctimas y dotarse de un protocolo de actuación ante una catástrofe aérea”.
En su intervención en la conferencia de OACI, Pilar Vera se refirió también a diversas propuestas de futuro, “porque el mundo ha cambiado radicalmente desde la Convención de Chicago de 1944 pero el sector aéreo no lo ha hecho en el tratamiento a las víctimas”, aseveró. Las víctimas, expuso, “podemos contribuir decididamente dejando de ser mudos invitados en la aviación comercial en el mundo, solo atendidos cuando se ha producido el accidente y lloramos la pérdida de los nuestros”.
En nombre de las víctimas abogó por reforzar la independencia de las Agencias de Investigación de Accidentes Aéreos, con equipos suficientes de expertos y recursos, así como coordinar y estandarizar la investigación oficial de accidentes para corregir la cadena de errores que los originan e incorporar normas y recomendaciones en el Anexo 9 del Convenio de Chicago de 1944 del Documento 9998 de Política de Asistencia a Víctimas y sus Familiares, y que tengan reflejo en el Protocolo de Auditorias de la Seguridad Operacional, publicando los países que lo cumplen y los que no lo hacen.
Animar a todos los Estados que no lo hayan hecho a ratificar el Convenio de Montreal de 1999, con el objetivo de completar la unificación de reglas incuestionables para el transporte aéreo internacional es otra de las propuestas, así como alentar a las compañías aéreas, sus alianzas y a sus aseguradoras a unificar, coordinar y simular sus procesos de gestión de crisis, además de hacer pública esta información en la misma web donde venden los billetes a sus pasajeros.
Las víctimas solicitan también a la OACI que impulse normativas que equilibren los intereses entre las aseguradoras, las compañías aéreas y las víctimas, facilitando la participación de todas las partes. Además, entre sus prioridades está que esta organización acepte en su momento a la Federación de Asociaciones y Victimas como entidad que pueda ser invitada a todos aquellos eventos y reuniones internacionales que organice, “donde podamos aportar con nuestra presencia otra visión y experiencia con el inequívoco objetivo de mejorar la seguridad en el transporte aéreo”, apuntó.