Vuela entre islas hacia y desde Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y La Palma, pero también a los destinos africanos en Marruecos y Mauritania (El Aiun, Dakhla y Nouadhibou) que estuvieron en el origen de la compañía. Se trata de CanaryFly, la única compañía de vuelos interinsulares alternativa a la poderosa Binter Canarias, con la que declaran mantener una relación de cordialidad y buena vecindad. Poca gente sabe que CanaryFly ofrece a los ciudadanos en paro un billete gratis para volar a otra isla, siempre que el objetivo del viaje sea realizar una entrevista de trabajo.
En el curso de una vídeo entrevista realizada con motivo del Día Mundial del Turismo, el director de marketing y ventas de CanaryFly, Borja Blond, describe a su compañía como una aerolínea pequeña que ofrece “horarios interesantes y precios ligeramente por debajo” de los usuales en el mercado interinsular, aunque sea “difícil competir con la mejor compañía regional del mundo”. Blond explica que, aunque “somos pequeñitos y modestos”, CanaryFly apuesta por mejorar la conectividad entre Canarias y también entre las Islas y África, donde empezaron sus operaciones. Por el momento, la empresa no se plantea emprender la aventura empresarial de volar entre Canarias y la Península. “Sería como ascender a la Fórmula 1, ojalá…”
Los aviones de la compañía tienen una imagen singular: aviones cuya pintura blanca se remata con 7 lunares azules, uno por cada isla, porque esa era la idea original en la que se empeñó uno de sus socios fundadores, de nacionalidad francesa, pero ya canario de adopción.
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