El terror se ha adueñado hoy de la capital de Bélgica tras una secuencia de tres explosiones, dos en el aeropuerto de Bruselas y otra en un vagón del metro, que han dejado un trágico balance de más de veinte víctimas mortales que no cesa de subir. El pánico se presentó desde primera hora en el aeropuerto con dos explosiones consecutivas sobre las ocho de la mañana, hora local, que provocaron el inmediato cese de todas las operaciones aéreas. “No vaya al aeropuerto, todos los vuelos han sido cancelados”. Todas las operaciones seguirán suspendidas durante todo el día de mañana, miércoles 23 de marzo, según ha anunciado esta tarde el propio aeropuerto, que por ahora prefiere no dar indicación alguna de cuándo podrán reanudarse las operaciones.
“No vaya al aeropuerto”. Este era a primera hora de este martes el dramático llamamiento del propio aeropuerto a través de Twitter para impedir que los ciudadanos con vuelos programados siguieran acudiendo al aeropuerto, que ya estaba siendo evacuado. La jornada se ha convertido en un martes del pánico después de que, tras las dos explosiones en el aeropuerto, se sucediera otra en una estación de metros, cuyo efecto fue aún más letal en número de víctimas. La cifra de personas fallecidas a causa del triple atentado ya supera la veintena, 15 de ellas en la estación de metro, y mantiene una trágica escalada por la gravedad de las heridas que sufrieron otros pasajeros.
Todos los vuelos desde España hacia el aeropuerto de Bruselas, puerta de entrada y salida de miles de personas que trabajan para las instituciones de la Unión Europea en la capital belga, han sido cancelados. El aeropuerto de Bélgica trata asimismo de mantener la calma entre los pasajeros que todavía se encuentra en algún área del recinto. Las redes sociales se han llenado de inmediato de fotografías y vídeos que dan testimonio del caos que se ha vivido en el aeropuerto, con personas heridas y sangrando en el suelo. Todas las imágenes tienen un denominador común: humo, caos y personas malheridas en el suelo, sobre los asientos o huyendo despavoridas sin rumbo. Algunos medios internacionales aseguran que antes de las dos explosiones se escucharon gritos en árabe y que se han encontrado más paquetes explosivos en el interior del aeropuerto, información pendiente de confirmar por las autoridades.
Este triple ataque en el corazón burocrático de la Unión Europea se produce apenas tres días después de que la policía belga detuviera en el barrio de Moleenbeck de Bruselas a Salah Abdeslam, hasta ese momento el terrorista más buscado en Europa por su presunta participación en los atentados de París. Y se trata de una inquietante demostración de fuerza del terrorismo yihadista tras el cerco policial y la detención de Abdeslam en la capital belga, donde Moleenbeck se ha convertido en un nido de terroristas que, como muestran las evidencias, no tienen dificultad para atentar pese al cerco y la vigilancia de las fuerzas de seguridad.
Tras el ataque al aeropuerto, el pánico se extendió al metro de Bruselas debido a una explosión dentro de un vagón con un efecto devastador sobre las personas que iban en su interior. Una humareda que salía de la boca del metro alertó a los viandantes de que se había producido un incidente trágico en el interior del suburbano. Horas después, el balance provisional de víctimas de las tres explosiones no ha dejado de subir en una trágica escalada.
El aeropuerto de Bruselas mantendrá suspendida la actividad aérea durante todo el día y muestra en su página web una imagen que da cuenta de la cancelación masiva de vuelos. Además, ha colgado en Twitter un triste mensaje de condolencias: “Nuestros pensamientos están hoy con las víctimas de los horribles sucesos ocurridos esta mañana en el aeropuerto de Bruselas, sus familias y sus amigos”. En los mismos términos se expresó en la red social Renaud Feist, CEO de la empresa gestora del aeropuerto de Bruselas y ex presidente de la asociación europea de aeropuertos.