Gran Canaria asistió este miércoles a la presentación del Museo Finca Condal, un conjunto etnográfico y arquitectónico situado en la zona de Juan Grande, a 10 kilómetros de la zona turística del Sur de Gran Canaria, que constituye un viaje a la historia de la isla y a los inicios del turismo a través de varias generaciones del Condado de la Vega Grande. Este nuevo museo aspira a ser un complemento cultural a la oferta turística de Gran Canaria y al mismo tiempo un relato de la historia de la isla a través de hitos económicos y sociales, entre ellos el nacimiento de la propia zona turística Maspalomas Costa Canaria, al que está íntimamente ligado el Condado de la Vega Grande.
Una casa solariega, una ermita y un extenso y hermoso jardín botánico componen el conjunto arquitectónico que acoge a su vez varias salas de exposición, una bodega y una sala de cata de vinos. A través de sus pasillos coronados de artesonados de madera, se muestra a través de un conjunto de cuadros la historia familiar de los sucesivos condes de la Vega Grande, desde el primero de ellos, Fernando Bruno del Castillo Ruiz de Vergara (1774-1788) hasta el actual titular del Condado, Alejandro del Castillo y Bravo de Laguna.
Su hijo y director del museo, Fernando del Castillo, se encargó este miércoles de hacer la presentación del recinto y recordó que el lugar donde está enclavado, en la zona de Juan Grande, era conocido como la puerta del desierto, el último punto habitado antes de la enorme extensión de terreno y arena que luego acogería el nacimiento de la zona turística del Sur de Gran Canaria.
Del Castillo hizo una glosa de la historia de su familia, indisociable de la historia económica de Gran Canaria, en varios de cuyos hitos tuvieron un elevado protagonista los sucesivos condes de la Vega Grande. “Desde este recinto, que llegó a llamarse la puerta del desierto, la familia ha capitaneado infinidad de iniciativas por los distintos ciclos económicos a través de la historia canaria. Implicados en la propia conquista, difusión de su historia, defensa de las Islas, política, gestión empresarial de ingenios azucareros o explotación de salinas para el comercio marítimo”.
El director del museo también describió el vínculo de la familia con muchas actividades agrícolas en Gran Canaria, desde el cultivo de la caña de azúcar al de la cochinilla, pasando por los cereales, los tomates o las plataneras. “La familia tuvo una gran capacidad creativa para apostar con éxito y de forma anticipada por las nuevas demandas o tendencias del mercado que se iban desarrollando. Sin abandonar la agricultura, supieron apostar por el turismo y fueron pioneros de esta industria en el Sur de la isla con el proyecto internacional de Maspalomas Costa Canaria que tanta riqueza económica nos ha reportado”.
Ese vínculo con los orígenes del turismo es lo que, según Fernando del Castillo, animó a su padre a apostar con su propio patrimonio personal “por esta atrevida iniciativa de rehabilitación integral de este señero complejo” que hoy se convierte en Museo Finca Condal, con el objetivo de atraer y relatar la historia de Gran Canaria no solo a los turistas, sino también a los propios ciudadanos de las Islas. “Esta aspiración noble de mi padre ha superado lo meramente crematístico, a cambio de una rentabilidad intangible en lo cultural y en lo emocional. Gracias por su generosidad siempre inspirada durante tantos años en la vocación altruista y también generosa de su gran mujer”, dijo Fernando del Castillo en alusión a la figura de su madre.
La estrecha relación entre la historia de la familia del Conde de la Vega Grande y de toda Gran Canaria también fue resaltada por el historiador Manuel Lobo, que en la ermita del complejo trató de sintetizar cómo se han entrelazado ambas a lo largo de los siglos. El momento más llamativo de su discurso llegó cuando Lobo hizo alusión a la simbiosis de sangres que durante años ha representado la familia Del Castillo, al reunir a lo largo de sus sucesivas generaciones y ramificaciones orígenes y vínculos muy diversos, entre los que citó la conexión con los indígenas, a través de Fernando Guanarteme, pero también con los castellanos, andaluces, italianos, flamencos y normandos. Lobo dijo que la familia del Castillo es un ejemplo de algo común a todos los grancanarios: “Tenemos una gotita de sangre de cada grupo humano que ha poblado esta isla. Somos ese cóctel de sangre que se ha ido produciendo en la población de la isla de Gran Canaria”.
El museo estará abierto a partir de ahora a visitas en grupo tanto de residentes como de turistas, que en principio podrán concertarse a través del perfil del Museo Finca Condal en Facebook.
Mira el vídeo tras las fotos:
En este vídeo, puedes ver la presentación del museo que hace su directora de comunicación, Rosa Fey, así como un resumen de la intervención en el acto inaugural de Fernando del Castillo y del historiador Manuel Lobo.