La presidenta de la AVJK5022 dice en TEDxMadrid que el avión de Spanair “era una chatarra volante” y pide a los usuarios de las aerolíneas que sean más exigentes con la seguridad que con el precio
Pilar Vera, presidenta de la asociación de víctimas del JK5022 siniestrado en Barajas el 20 de agosto de 2008, defendió este sábado “un rearme moral hasta ahora ausente de los debates sobre el transporte aéreo” para avanzar en la cultura de la seguridad, conseguir usuarios “más exigentes y menos conformistas” y proteger la dignidad de las víctimas cuando se producen catástrofes. Vera participó hoy en el foro TEDxMadrid y, ante una audiencia que premió su intervención con un largo aplauso, criticó con dureza la mala calidad de las investigaciones aéreas en España y dijo que el avión de Spanair cuya caída le costó la vida a 154 personas “era una chatarra volante” a la que se le dio “el visto bueno para volar” a pesar de que tenía prorrogado el permiso de aeronavegabilidad sin someterse a revisión alguna.
La presidenta de la AVJK5022 exhibió hoy ante el auditorio del TEDxMadrid la habitual crudeza con que describe no solo las circunstancias del accidente, sino la ineficiencia española en la investigación de accidentes aéreos. “No hay cultura de la seguridad ni verdadera búsqueda de la verdad. Las investigaciones se archivan deprisa y lo habitual es que se culpe al piloto”.
Pero “ser víctima del sistema no te quita inteligencia para separar el dolor de la verdad”, subrayó Pilar Vera, que recordó el encargo que hizo la asociación al Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC) para que éste redactara un informe independiente sobre la catástrofe del avión de Spanair.
Vera enumeró tres claves del accidente, “antes, durante y después”. Del ‘antes’ recordó la prórroga del certificado de aeronavegabilidad al avión sin revisión previa, una prórroga que vencía solo dos días después del accidente. Del ‘durante’, que el comandante del avión, fallecido en el accidente, hizo volver la aeronave al estacionamiento una hora y media antes del accidente al detectar que se recalentaba la sonda RAT del aparato. Pero allí, durante la revisión técnica, “lo que se hizo fue desconectar un fusible, lo que a su vez encubrió una avería”.
Respecto al después, Pilar Vera enfatizó que en la investigación posterior al accidente “no se dice que el relé” que quedó inactivo al desconectar el fusible “daba soporte al TOWS”, el sistema de alarma que debía haber avisado a la tripulación de la configuración inadecuada del avión para el despegue. La presidenta de la AVJK5022 remató: de haber existido, “la alerta habría provocado que se abortara el despegue”. Sin embargo, las conclusiones de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) sólo estimaron que la responsabilidad fue de los pilotos por no cerciorarse de que estaban desplegados los alerones para el despegue.
Vera hizo un recorrido ante el TEDxMadrid del ingente trabajo realizado por la asociación que preside, tanto en España como ante la OACI (Organización de la Aviación Civil Internacional), para protocolizar la atención a las víctimas y evitar situaciones caóticas como las soportadas por los familiares del JK5022, que no conocieron hasta 30 horas después del accidente el listado oficial de fallecidos, heridos y supervivientes. Este trabajo de la asociación cuajó no solo en el reglamento español de asistencia a víctimas, que contiene por ejemplo la prohibición expresa de contacto entre abogados ‘buitre’ y familiares hasta pasados al menos 45 días desde la tragedia, sino en la mejora del reglamento europeo.
Gracias a este esfuerzo, “España está en cierto sentido a la cabeza en los protocolos de asistencia a las víctimas, pero muy atrás en la investigación”. Vera recordó que, tras una larga secuencia de varapalos judiciales a las víctimas, a las que se tasó la muerte de las personas fallecidas con simples baremos de accidentes de tráfico, la asociación decidió recurrir al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, cuya decisión espera ahora. Entre tanto, no solo ha impulsado la creción de una red española de víctimas, sino una federación internacional de la que Pilar Vera es también presidenta.
Pero Pilar Vera fue hoy más allá de sus críticas a la Administración pública e invocó la responsabilidad de los propios usuarios del transporte aéreo. “Un vuelo Barcelona-Dusseldorf no puede costar menos de 40 euros. Hay que exigir seguridad y calidad antes que precio de los billetes. Los expertos internacionales apuntan que la causa principal de los accidentes siempre reside en decisiones que se toman en altos niveles de la Administración, Es necesario provocar un cambio y lograr que los ciudadanos sean más exigentes y menos conformistas. Todo se puede cambiar”.
Vera impregnó de humanidad todo su discurso de hoy ante el TEDxMadrid: “Mi propósito e vida no está en mi cabeza, sino en mi corazón y es la lucha por la justicia y la verdad. Merece la pena establecer una regeneración moral dedicando nuestro esfuerzo a impedir nuevas tragedias como tributo eterno a 172 inocentes y que 154 vidas perdidas tengan un significado que consuele nuestra alma”.
