Efectivos de emergencias, personal de tierra, sanitarios, controladores aéreos, guardias civiles y policías nacionales y locales participaron este martes en un simulacro de accidente aéreo en el aeropuerto de Gran Canaria para poner a prueba la capacidad de respuesta ante un siniestro. Bomberos y sanitarios se dispersaron por las áreas del aeropuerto donde supuestamente impactó y se incendió un avión ATR tras una colisión con una avioneta Piper en el aire, con la teórica caída de la aeronave de mayor tamaño dentro del perímetro del aeródromo y un balance de 4 fallecidos, diez heridos muy graves, once leves y cuatro personas ilesas.
El simulacro comenzó con la activación de una emergencia desde la torre al Centro de Control aéreo de Canarias y desde allí al Centro de Operaciones Aeroportuarias, el servicio de bomberos, la Base Aérea de Gando, anexa al aeródromo civil, y e Centro de Coordinación de Emergencias. La supuesta emergencia consistía en el choque en el aire de un avión civil con 22 pasajeros y una avioneta con otras cuatro personas, el primero de los cuales sufría un incendio tras aterrizar y salirse de la pista.
En el aeropuerto, los bomberos apagaron un falso incendio en un simulador, del que luego eran rescatados los heridos y las víctimas. Por su parte, sendos helicópteros del SAR (servicio de búsqueda y rescate del Ejército del Aire) y del grupo de emergencias de la Comunidad Autónoma realizaban maniobras de grúa para el rescate de los cuatro supuestos ocupantes de la avioneta, teóricamente estrellada a varios kilómetros en un área de montaña.
A partir de ahí se produjo la movilización de todo el personal supuestamente necesario, primero para extinguir el incendio y luego para la evacuación de los heridos y el levantamiento de los falsos cadáveres. El simulacro también incluyó la activación del protocolo de asistencia a víctimas de accidentes aéreos y se llevó a cabo sin que resultara afectada la operativa habitual del aeropuerto, informó este martes el gestor aeroportuario, AENA.