La Policía Nacional explica que disparó salvas al aire junto a la comisaría para dispersar a un grupo de violentos tras la manifestación “pacífica” de dos mil personas contra los sondeos de Repsol
Seis policías contusionados por el impacto de pedradas, un único detenido que quedó en libertad tras prestar declaración y una cantidad indeterminada de daños a bienes públicos y privados es el balance de las protestas que se originaron este miércoles en Telde alrededor del pregón de las fiestas de San Juan por el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria. El jefe superior de Policía, Valentín Solano, señaló a ATCPress que la gran mayoría de los asistentes a las protesta ejerció pacíficamente su derecho a manifestarse y que sólo un grupo reducido se mostró muy agresivo en los alrededores de la comisaría de Policía Nacional y lanzó pedradas a los agentes, por lo que se decidió utilizar salvas para dispersarlos, es decir, cartuchos de proyección que se disparan al aire y generan un estallido semejante al de un tiro de fogueo. Solano subrayó que no se usaron pelotas de goma ni botes de humo.
Estos incidentes se produjeron en los alrededores de la comisaría de Telde y también en un punto de la Circunvalación, que un pequeño grupo trató de cortar al tráfico sin éxito, cuando ya había finalizado la manifestación de protesta que rodeó el perímetro de la ermita donde el ministro Soria había pronunciado el pregón de las fiestas de San Juan a puerta cerrada, en un recinto que tuvo que abandonar después por la puerta trasera.
En el curso de los altercados, estos manifestantes utilizaron petardos y cohetes y lanzaron piedras a los agentes de la Policía. En un vídeo profesional grabado para ATCPress Canarias, se puede apreciar cómo uno de los agentes cayó al suelo después de recibir un fuerte golpe y tuvo que ser ayudado por otros efectivos policiales para abandonar el lugar. También se aprecian los momentos en que algunos manifestantes vuelcan contenedores en la vía pública para utilizarlos como barricada y cómo tratan en algún caso aislado de detener el tráfico, lo que los antidisturbios impidieron.
Los daños, según la Policía, también afectaron a algunos bienes privados, al margen del mobiliario público, pues las pedradas también alcanzaron a algunos vehículos privados que circulaban o estaban estacionados por la zona.
Horas antes, unas dos mil personas se habían concentrado alrededor de la ermita con cacerolas y muchas pancartas para expresar su rechazo a las prospecciones petrolíferas autorizadas por el Gobierno de España a la compañía Repsol. Los manifestantes, entre los que había algún joven embadurnado de negro como si le hubiese pasado por encima una marea negra, corearon eslóganes contra los sondeos y pidieron la dimisión del ministro de Industria, José Manuel Soria.